Un pedazo de barro, un poco de química y una chispa de inspiración.
Todo cocinado a fuego lento y voilà … nace un objeto que si lo tienes cerca, te hará sentir un poquito mejor
Y esta es mi sala de inspiración.
Tengo la suerte de tener el taller en las afueras de Zaragoza , al lado de un río y rodeada de árboles.
Creo que no hay diseño que pueda superar las formas que crea la naturaleza y esa es mi principal fuente de inspiración.
El proceso
Todas las piezas que salen de este taller están diseñadas personalmente y elaboradas con procedimientos manuales.
Utilizo barros con distintas propiedades, colores, texturas y temperaturas de cocción, según el proyecto que lleve entre manos. Gres y pastas refractarias, porcelanas blancas o coloreadas, loza y arcillas locales.
